Posted on 22 de enero de 2015
Cuenta la historia de Valeriano y Cañete, dos personajes marcados que se complementan y retroalimentan en un escenario único, la Compostela de los años cincuenta. El desmantelamiento del viejo Hospital Real para transformarlo en un hotel de lujo llena las calles de Santiago de Compostela de enfermos, peregrinos perpetuos y pobres. Ocurre que la noche es negra, como el futuro, como el corazón de los hombres, como el país, y se vuelve larga, larguísima. Así, una noche de apacible vagabundeo se convierte en una loca carrera por la supervivencia de dos extraños amigados por el dolor que, no pudiendo cambiar el mundo, por mucho que lo intentan, luchan, por lo menos, y con todas sus fuerzas, por llegar a verlo, otra vez, mañana.
Posted on 10 de enero de 2015
Estamos en 1944. En la costa gallega, la guerra mundial cae muy lejos. Mientras un destacamento alemán intenta explotar las minas de wolframio, los hermanos Crebinsky, viven completamente al margen de los sucesos internacionales. La película empieza con un prólogo animado en el que vemos como el río se lleva la aldea donde viven los dos niños que logran salvarse con su vaca. El agua los arrastra hasta la costa y allí construyen una delirante casa hecha con las crebas, restos que deja el mar. Su plácida existencia se complica de forma absurda cuando encuentran el cadáver de un piloto alemán el mismo día que su querida vaca desaparece. A partir de ese momento comienza un viaje por tierras gallegas, buscando su vaca y perseguidos por los nazis. Lo que hace que esta historia sea tan peculiar es el tono que tiene, mas cercano al cine checo de Jiri Menzel, que a cualquier cine español. Es cierto que en algunos momentos se siente que la anécdota está un poco alargada, no en balde Os Crebinsky fue antes un corto multipremiado que Otero y Lira decidieron convertir en largo. Pero también es cierto que este film, que cuenta con Luís Tosar en un pequeño y divertido papel, es una apuesta muy distinta en el contexto del cine español. Solo por eso, y por sus paisajes, objetos y personajes, ya vale la pena verla.